Carter Brown por dos
LA VICTIMA (The Victim o Eve, it`s extortion)
Autor : Carter Brown
Colección Caimán nº166
Edita : Editorial Diana, México, 1961
LA NENA DEL MILLON (The Million Dollar Babe)
Autor: Carter Brown
Colección Caimán nº 223
Edita: Editorial Diana , México, 1963
Carter Brown es el seudónimo de Allan Geoffrey Yates (1923 – 1985), un inglés que terminó radicándose en 1948 en Australia. Desde allí se convirtió en un prolífico escritor de novelas policiales (más de cien) que se publicaron en buena parte del mundo, incluyendo Latinoamérica, por obra y gracia de la editorial Diana.
Sus novelas parecen salidas de un mismo molde: tómese un protagonista un poco rudo, bastante elegante y con una lengua afilada, póngalo en un a situación relativamente simple, complique la situación de la manera más retorcida que pueda, agregue muchas mujeres bonitas que se le rinden a los pies (de la cama, por supuesto) al héroe, sume algo (no mucha, eso si) de violencia, bata todo y sírvase con un final más o menos coherente de postre. De hecho, cada vez que leo una de sus historias no puedo dejar de imaginarme a Frank Sinatra (circa apogeo del Rat Pack) como el protagonista, sin perder nunca el aire cool ni dejando de decir una frase ingeniosa, la gran marca registrada de Carter Brown. El tipo desparrama gracia en cuanto diálogo aparece y uno no puede tomarse nunca sus historias muy en serio... lo mismo que una película de Sinatra y sus amigos. Estoy casi seguro que si George Clooney leyera ahora una de sus historias, compraría los derechos para hacer la peli...
(Me olvidaba aclarar otro de los grandes puntos a favor de las novelas de Carter Brown: las tapas. En ellas siempre habrá alguna señorita ligera de ropa en pose sugestiva. Sí, como todo el mundo sabe el sexo vende... y en este caso las tapas deben haber ayudado mucho a vender millones)
Tomemos el caso de las dos novelas que reseño aquí. La primera es La Víctima, una de las muchas que protagoniza el teniente Ed Wheeler, uno de los personales señeros de Brown. Wheeler es un oficial de policía insubordinado, respondón con su jefe, que nunca llega a horario, mujeriego impenitente y aficionado a la buena vida, una suerte de Hugo Hefner detectivesco (sigo insistiendo que me imagino a Sinatra en el papel). Pero también es un tipo que termina resolviendo todos sus casos. Esta vez todo comienza con el pedido de investigar una muerte en un accidente de tráfico para ver si hay que pagarle un seguro a la viuda del muerto. Por supuesto las cosas se complican y Wheeler termina a punto de ser asesinado hasta que se salva milagrosamente para terminar con la chica (bueno, con una de las chicas) en la cama. Mención aparte merece la frase de la tapa para vender el libro (con una morocha pechugona apenas vestida vendiendo el encanto de la obra): Vivo, no pasaba de ser un marido corriente, pero muerto, valía más de cincuenta mil dólares. ¿No quieren salir corriendo a comprarla ya?
Por el lado de La Nena del Millón de Dólares, tenemos a Mike Farrel, un jugador de poker profesional al que la nena del título le propone un plan infalible para robar un millón de dolarios. Y, en menos de lo que uds. pueden decir femme fatale, el tipo queda metido hasta las manos en un enredo entre la mafia y la policía, asesinatos incluídos. Igual la historia aquí es más enrevesada y (para mi gusto) menos entretenida. Debe ser que es muy difícil competir en mi cabeza con Sinatra haciendo de detective…
Voy a seguir leyendo a Carter Brown. No es muy bueno ni demasiado original. Pero es absolutamente digerible, entretenido, con un promedio de frases cool muy superior al promedio de las novelas policiales y con tapas de chicas sexys. ¿Qué más se le puede pedir a un relato para leer cuando se viaja en el transporte publico, eh?
(Vean las tapas de ambos libros (y una contratapa) aquí, aqui y aqui.)
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